Todos estos fueron bienvenidos

domingo, 7 de agosto de 2011

Aprendí a querer al invierno

Abatido el sinvergüenza se levantó y con la poca expresión que su estado le permitia le transmitió confianza, le hizo llegar una extraña sensación de bienestar que a junto un "no te preocupes, esta todo bien, ya me di cuenta" le dieron la pauta de que el cambio no solo era posible, sino que ya estaba presente.