Abatido el sinvergüenza se levantó y con la poca expresión que su estado le permitia le transmitió confianza, le hizo llegar una extraña sensación de bienestar que a junto un "no te preocupes, esta todo bien, ya me di cuenta" le dieron la pauta de que el cambio no solo era posible, sino que ya estaba presente.
Solo asi se puede.
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