Vivir es duro hijo, pero lo que lo hace duro es el hecho de que no es eterno,  el tiempo es limitado e incierto y pa’ colmo de males no hay un manual de procedimiento que sea válido para todos. No temas, no estas solo en la confusión, todos en algún momento nos sentimos a la deriva y los consejos acuden a nosotros en masa como ciegos a la iglesia. Algunos consejos serán honestos brindados con el corazón y con la mejor intención, otros serán simplemente opiniones de gente que prefiere hablar sin saber que responder a la humildad y callar. Lo único cierto hijo es que todos, inclusive el que quiere dañarte, son ayudas potenciales si haces uso de una herramienta gratuita y que todos tenemos. Quizás lo tengas guardado bajo el polvo de la costumbre, quizás aún está en la caja sin abrir, lo único cierto es que todos en algún lugar tienen la capacidad de pensar, de buscar su respuesta a sus preguntas. Algunos prefieren no buscar su respuesta y se atienen a la seguridad y comodidad que implican el imitar modelos ya establecidos persiguiendo la aparente comodidad que otorgan los bienes materiales y las satisfacciones efímeras descuidando su bienestar interior y la satisfacción que otorga el saber que sé es mas que una cuenta bancaria y un auto. Nunca te cierres a oír lo que te quieren decir, pero no tomes lo que te dicen como verdades incuestionables. Cuestionate todo, hacé del  “por que?” tu bandera y verás cuantas cosas establecidas son lo que son simplemente por que la comodidad lleva a aceptar piedras que con un poco de pulido pueden ser diamantes.  Haz del consejo ajeno referentes y atrévete a crear tu propio paradigma. Sé el dueño de tu ser hijo, no un títere de una mano invisible.