Todos estos fueron bienvenidos

sábado, 30 de abril de 2011

Soy psicólogo, estudie cinco años para que un papel me permita ayudar a la gente a quererse, a superarse y a hablar, lo que paradójicamente lleva a que se escuchen. Creía que los años dedicados a la tarea iban a ser un desperdicio, durante quince años trabajé recibiendo pacientes que acudían a mi buscando que les diga que lo que hacían estaba bien, también han venido a mi personas que nunca habían buscado el por que de su existencia y me rogaban por un manual de cómo vivir la vida. Así los años pasaron convirtiéndome en un simple amigo arancelado al que la gente recurría para encontrar paz pero sin tener intenciones de buscarla. Un día descubrí que todo había valido la pena, un día vino Miguel, un hombre joven con bienestar profesional, bienestar social pero vacio emocional.  Como todo martes Miguel entró al consultorio, se sacó el saco, tomó asiento  y tras un par de chistes que  hábilmente usa para romper el hielo me miró y vi por primera vez que tras sus cristalina mirada vi una luz intensa, lejana pero  intensa. Esbozando una sonrisa que parecía un sollozo timido pero sin desviar la mirada me dijo que esta iba a ser su última sesión, que había estado pensando y que creía que era lo conveniente.  Ya no desviaba la mirada ni bajaba la cabeza, algo había cambiado. Sin un hilo de debilidad me empezó a contar una historia mientras pasaba del sillón a la silla.
  Tenía 22 años y una sonrisa cautivante doctor, yo tenia 25 y ganas de vivirla. Lo tenía casi todo y  lo  que le faltara se lo conseguía a cambio de una sonrisa. Yo por mi lado tenía la total libertad de querer esclavizarme entre sus piernas. Una noche me sentí Dios, la desnudé con las urgencias del placer que se come lento y deguste cada centímetro de si anatomía, nos enredamos en un nudo . Las sábanas pasaron a ser piezas de artes desparramadas por el piso. Todo me llevaba a la intriga de sus ojos idos y a la cautivante perversa sonrisa que
correspondían a nuestro sudor. Era magia, me sentia cautivo en un lugar mas allá de mi realidad. Lástima que ese truco de magia era básicamente su rutina, lo que fue su rutina la convirtió en mi heroína y termino siendo la causa de mi ruina Doctor. Es curioso como lo que lleva al estrellato te puede terminar estrellando ¿no? Caer fue feo, pero volé mas alto de lo que mi autoestima me hubiese dejado imaginar jamás Doc, me estrellé contra el piso y quede paralitico emocionalmente, pero volé, vi el mundo desde las nubes. Ella, la ninfómana mas hermosa, me hizo ver que los limites no son más que construcciones mentales ¿Sabe que doctor? Lo que me indigna el dia de hoy es haber sido el rey y que algo me haya convertido en un plebeyo. Pero saber que si me esfuerzo puedo volver a pararme más arriba de lo que me paraba cuando era Dios. No es la fé lo que me mantiene en pie doctor, la fé es el recurso del perezoso, del miedoso que se ata a historias que le contaron por tener miedo a buscar su certeza, su forma de ser, pensar, sentir, ver, vivir, creer. Mi certeza es lo que mantiene mis armas listas para ser usadas y mi corazón esperanzado. Sé que algún día recordare con alegría el tropezón que me ayudo a mejorar permitiendome superarme. Sé que algún día estaré parado en lo alto de una montaña mirando con nostalgia alegre a los senderos del valle por lo que anduve tiempo atrás.”
Después sonrió, me abrazó y se fue. Miguel se dio el alta, nunca mas volví a saber de el hasta hoy cuando lo vi de casualidad en el escenario, siempre había sido un aficionado al teatro y ahora era un mimo que desparramaba vida. Ver una persona que vuelve a sonreír siempre hace sonreír.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te invito a opinar, pero solo si estas seguro que tenes algo para decir.